Lo mas característico del maltrato psicológico es la dificultad en demostrarlo. De hecho, en muchas ocasiones la propia víctima no es consciente de estar sometida a este tipo de maltrato. Sin embargo, la violencia psicológica es un problema muy serio que causa secuelas psicológicas y sociales en la víctima y su entorno.  Por este motivo, es muy importante ayudar a la víctima desde los diferentes ámbitos (jurídico y psicológico).

El psicólogo forense evalúa el testimonio de la víctima para determinar el tipo de situaciones de violencia a la que ha sido sometida. Como el maltrato psicológico no deja marcas físicas ni ADN del agresor, es muy difícil de demostrar. Por esta razón es muy importante la credibilidad del testimonio de la víctima. En segundo lugar, evalúa el daño físico, realizando una evaluación del estado psicológico de la víctima.

Una vez realizado estos dos análisis, se establece un nexo causal entre las situaciones de violencia psicológica y el estado psicológico de la víctima. Cuando ya tiene el dictamen definitivo, se realiza el informe pericial.

El informe pericial psicológico redactado por el perito pretende presentarse como prueba en el juicio para demostrar el maltrato psicológico. Se trata de aportar una valoración profesional, clara y coherente. Principalmente valora los hechos y sus efectos negativos en la víctima.